El alquiler de temporada es una modalidad de arrendamiento que permite a las personas disfrutar de una vivienda durante un período determinado, generalmente corto, como unas vacaciones o un viaje de negocios. A diferencia del alquiler tradicional, que se establece por un período más largo y suele requerir un contrato de alquiler a largo plazo, el arrendamiento de temporada ofrece flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades específicas del inquilino.

En este tipo de alquiler, el precio suele ser más alto debido a la demanda estacional y a las comodidades adicionales que se ofrecen. Además, es importante destacar que el arriendo de temporada puede incluir servicios adicionales, como limpieza regular o acceso a instalaciones recreativas.

Es fundamental tener en cuenta que este tipo de arriendo está sujeto a la legislación vigente en cada país y puede variar según la ubicación geográfica. Por lo tanto, es recomendable informarse sobre las regulaciones locales antes de firmar cualquier contrato.

En España, este tipo de alquiler aparece regulado en el artículo 3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y presenta algunas características que lo diferencian del arrendamiento de vivienda, que está regulado en el artículo 2 de la LAU.

En este artículo vamos a ver en qué consisten los alquileres de temporada, cómo funcionan y cuáles son sus ventajas y sus inconvenientes.

Alquiler de temporada

¿Cómo funciona el arrendamiento o alquiler de Temporada?

El arrendamiento o alquiler de temporada es un contrato que permite a los inquilinos disfrutar de una propiedad durante un período determinado de tiempo, generalmente corto, como unas vacaciones o un plazo específico delimitado, por ejemplo, por unos determinados estudios o un determinado tiempo de trabajo.

Este tipo de arriendo difiere del arriendo tradicional en varios aspectos. En primer lugar, el período señalado en el contrato suele ser más corto y flexible, lo que brinda a los inquilinos la oportunidad de disfrutar de diferentes destinos y propiedades sin comprometerse a largo plazo. Además, el precio del arrendamiento puede variar según la época del año y la ubicación del inmueble, lo que permite a los inquilinos encontrar opciones más económicas en momentos menos demandados.

La jurisprudencia del Tribunal Supremo señala que la ocasionalidad de la ocupación del inmueble es fundamental para distinguir entre un arrendamiento de vivienda y uno para uso distinto del de vivienda. Es decir: para que sea considerado un alquiler de temporada es necesario que el arrendatario lo ocupe sólo por un tiempo determinado y por circunstancias que no tengan que ver con el uso de la misma como hogar estable.

Para llevar a cabo un arrendamiento de estas características es común utilizar plataformas en línea especializadas en este tipo de servicios, donde los propietarios pueden publicar sus propiedades disponibles y los interesados pueden buscar y reservar directamente. Estas plataformas suelen proporcionar información detallada sobre los inmuebles, incluyendo fotografías, descripciones y comentarios de otros usuarios.

Una vez que se ha seleccionado una propiedad, se realiza la reserva y se acuerdan los términos y condiciones del alquiler. Por lo general, se requiere un depósito inicial para asegurar la reserva y se establece un contrato que especifica el período de arrendamiento, las responsabilidades del inquilino y del propietario, así como cualquier regla o restricción adicional.

Durante el período de arrendamiento, los inquilinos pueden disfrutar plenamente de la propiedad y utilizar todas sus instalaciones y servicios. Al finalizar el contrato, se devuelve el depósito inicial una vez que se haya verificado que no haya daños ni incumplimientos por parte del inquilino.

Arrendamiento de temporada

Ventajas e inconvenientes de un alquiler de temporada

Los alquileres de temporada tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Una de las ventajas principales de optar por un arrendamiento de este tipo es la flexibilidad que brinda a los inquilinos.

A diferencia de los contratos de alquiler tradicionales, que suelen ser de larga duración, éstos permiten alquilar una propiedad por un periodo determinado, generalmente corto, como unas semanas o unos meses. Esto es ideal para aquellos que buscan alojamiento temporal durante sus vacaciones, traslados laborales o estudios en otra ciudad.

Además, esta modalidad ofrece una mayor libertad para elegir el lugar y las fechas de estancia, ya que existe una amplia oferta de propiedades disponibles para alquilar por temporada en diferentes destinos turísticos.

Asimismo, el arriendo de temporada suele incluir servicios básicos y amueblado, lo que resulta conveniente para aquellos que no desean preocuparse por equipar el espacio o gestionar los suministros.

Otra ventaja es que este tipo de alquileres suelen tener precios más competitivos en comparación con los hoteles u otros alojamientos temporales, lo que permite ahorrar dinero en el hospedaje.

Si bien este tipo de arriendo puede tener, como hemos visto, numerosas ventajas, también existen algunos inconvenientes que se deben considerar antes de tomar la decisión de optar por esta opción.

Uno de los principales inconvenientes es la falta de estabilidad y certeza en cuanto a la disponibilidad del alojamiento. A diferencia de un contrato de arrendamiento a largo plazo, el alquiler de temporada tiene una duración limitada, lo que significa que una vez que finaliza el periodo acordado, no hay garantía de que se pueda extender o renovar. Esto puede ser problemático si se necesita un alojamiento a largo plazo o si se desea planificar con anticipación.

Otro inconveniente a considerar es la falta de personalización del espacio. A diferencia de un hogar propio o un contrato de arrendamiento a largo plazo, en el alquiler de temporada es probable que el alojamiento esté amueblado y equipado con elementos básicos, lo que limita la capacidad de personalizar el espacio según las preferencias individuales. Además, es posible que no se permitan modificaciones estructurales o decorativas en el inmueble, lo que puede limitar la sensación de pertenencia y comodidad.

Además, es importante tener en cuenta que esta modalidad de arriendo puede ser más costosa en comparación con otras opciones. Debido a su naturaleza temporal y la demanda durante ciertas temporadas o eventos específicos, los precios pueden ser más altos y menos flexibles. Esto puede suponer un desafío para aquellos con presupuestos ajustados o que buscan ahorrar dinero en su alojamiento temporal.

Contrato de temporada

Aspectos legales y precauciones en el alquiler de temporada

A la hora de optar por un arriendo de estas características es fundamental tener en cuenta los aspectos legales y tomar las precauciones necesarias para evitar problemas futuros.

En primer lugar, es importante asegurarse de que el contrato de arrendamiento esté redactado de manera clara y detallada, incluyendo todos los términos y condiciones acordados entre ambas partes. Además, se debe verificar que el propietario del inmueble tenga todos los permisos y licencias necesarios para llevar a cabo el alquiler de forma legal.

El contrato de alquiler de temporada debe recoger:

  • El plazo de duración.
  • La especificación de que el arrendamiento no satisface la necesidad de vivienda habitual del arrendatario. Para especificarlo de una manera clara debería indicarse el motivo por el que se solicita el arriendo (por ejemplo: por motivos de trabajo) y la localización del domicilio habitual del inquilino, aclarando si éste se halla empadronado allí o no.
  • Especificar en el encabezamiento del contrato que se trata de un “Contrato de arrendamiento de uso distinto a vivienda”.

Otro aspecto legal a considerar es el depósito de seguridad. Es recomendable establecer un monto a pagar como garantía, el cual deberá ser devuelto al finalizar el contrato si no existen daños o incumplimientos por parte del inquilino.

Asimismo, se debe tener en cuenta la duración del contrato y las cláusulas de cancelación, en caso de que surja algún imprevisto.

Además de los aspectos legales, también es importante tomar precauciones para garantizar una experiencia satisfactoria. Antes de firmar el contrato, es recomendable visitar personalmente la propiedad y verificar su estado, así como también realizar un inventario detallado de los bienes incluidos en el alquiler. De igual manera, es conveniente contar con un seguro de alquiler que cubra posibles daños o accidentes durante la estancia.

Por último, es fundamental informarse sobre las regulaciones locales y las normativas específicas en cada destino. Algunas ciudades pueden tener restricciones en cuanto a los alquileres temporales, por lo que es necesario asegurarse de cumplir con todas las leyes vigentes para evitar sanciones o problemas legales.

Arrendamiento o alquiler de temporada

Fiscalidad del contrato de temporada

Los propietarios que ponen en arriendo sus propiedades deben tener presentes las obligaciones fiscales del alquiler.

El arrendamiento de temporada viene gravado de la siguiente manera:

  • El arrendador debe declarar en la declaración de renta los ingresos obtenidos por el alquiler como rendimientos del capital inmobiliario.
  • Ni inquilino ni arrendador deberán pagar IVA, ya que el contrato de temporada está exento de IVA. A este respecto, sin embargo, hay que realizar una serie de matizaciones, ya que hay circunstancias en las que sí se hace preceptivo el pago del IVA en los arrendamientos de temporada. Una de ellas es que en el inmueble se presten servicios propios de la industria hotelera. Otra, que en el mismo se produzca algún tipo de actividad profesional o empresarial. En este caso, el inquilino deberá realizar la correspondiente retención de IRPF.

A la hora de valorar adecuadamente la fiscalidad y la legalidad de un alquiler de temporada hay que determinar si éste sólo puede ser entendido como tal o, en su caso, puede ser entendido como alquiler turístico ya que, en determinadas circunstancias un arriendo de este tipo puede considerarse arrendamiento turístico. ¿Qué circunstancias son ésas?

  • Que el arrendamiento afecte a la totalidad de una vivienda amueblada y equipada, lista para ser ocupada de manera inmediata.
  • Que el inmueble esté comercializado y publicitado en canales de oferta turística.
  • Que posea un fin lucrativo.
  • Que esté sometido a un régimen y a una normativa sectorial específica.

Uno de los aspectos que hacen que un arrendamiento de temporada se convierta en alquiler turístico es que, en el caso del alquiler turístico, el arrendador del inmueble acostumbra a ofrecer algunos beneficios complementarios que son propios de los establecimientos hoteleros. Entre estos beneficios podríamos señalar el cambio de la ropa de cama, la limpieza del inmueble, etc.

Tanto el turístico como el de temporada son tipos de arriendo no está regulado por la LAU.

¿Alquiler de temporada o alquiler turístico?

Consejos para aprovechar al máximo una experiencia en el arrendamiento de Temporada

Si deseamos aprovechar de la mejor manera posible un arriendo de este tipo debemos seguir los siguientes consejos:

  1. Investigar y elegir con cuidado. Antes de reservar un arrendamiento o alquiler de temporada, se aconseja investigar la ubicación, las comodidades y las políticas del lugar. Leer las reseñas de otros huéspedes anteriores es siempre una buena guía.
  2. Planificar con anticipación. Hacer una lista de las actividades y lugares que nos gustaría visitar durante nuestra estancia y organiza nuestros días de acuerdo a ello sirve para aprovechar esa estanciaca al máximo. Con planificación sacaremos el máximo provecho a nuestro tiempo.
  3. Comunicarse de una forma clara y fluida con el propietario. Antes de llegar hay que preguntar todas las dudas que se tengan. Debemos procurar tener toda la información necesaria para una estancia sin contratiempos.
  4. Explorar la zona local. Esta exploración permite descubrir restaurantes, tiendas y atracciones cercanas al lugar de hospedaje y permite también sumergirse en la cultura local y disfrutar de experiencias auténticas.
  5. Respetar las normas del lugar y las establecidas por el propietario o administrador del inmueble arrendado. Esto incluye las reglas de convivencia, el uso adecuado de las instalaciones y el cuidado del lugar.

Siguiendo estos consejos podremos aprovechar al máximo un alquiler de temporada.

En resumen, esta forma de arriendo que hemos analizado en este artículo puede ser una excelente opción para aquellos que desean disfrutar de una estancia temporal en un lugar diferente, ya sea por trabajo, estudios o simplemente por placer. Aunque tiene sus ventajas y desventajas, la flexibilidad y libertad que ofrece son indudables. Sin embargo, es importante tener en cuenta los aspectos legales y tomar las precauciones que hemos indicado antes de embarcarse en esta experiencia.

¿Te animas a probar el arrendamiento o alquiler de temporada? ¿Qué otras alternativas crees que podrían ser beneficiosas para aquellos que buscan una estancia temporal?

¿Qué es el alquiler de temporada?