Toda aquella persona que tiene la suerte de trabajar y de hacerlo en base a un contrato de trabajo (nunca hay que olvidar que estamos en un país en el que una cosa y la otra no tienen por qué ir obligatoriamente de la mano) pasa por esa experiencia una vez al mes: la empresa le hace entrega de la nómina o, dicho de otro modo, del documento en que se especifica lo cobrado por el trabajador y los conceptos por los que dicho trabajador recibe el dinero que conforma su salario.

Que un empleado reciba mensualmente ese documento no quiere decir, ni mucho menos, que lo entienda o comprenda. Son muchos los trabajadores que ven limitada su preocupación al hecho de cobrar su salario sin, por ello, detenerse a estudiar en concepto de qué recibe sus emolumentos.

Sin duda, esta actitud es un tanto irresponsable por parte del trabajador. Entender la nómina y sus complementos es fundamental para saber, por ejemplo, qué subsidio de desempleo le correspondería a un trabajador que se quedara en paro.

Veamos, pues, cuáles son las partes fundamentales de la nómina y qué tipo de percepciones y deducciones se incluyen en ella para, de ese modo, comprender con exactitud el contenido de una nómina.

Los primeros datos que aparecen en la nómina, los que forman el encabezado, deben ser, entre otros, los siguientes:

  • Datos identificativos del trabajador.
  • Datos identificativos de la empresa.
  • Antigüedad del trabajador en la misma.
  • Cantidad de días trabajados.
  • Categoría profesional del trabajador.
  • NIF de la empresa.

Devengos

En el apartado de los devengos registrados en la nómina deben figurar los ingresos percibidos por el trabajador. Estos ingresos pueden clasificarse en dos grandes grupos: percepciones salariales y percepciones no salariales.

Percepciones salariales

Las percepciones salariales son aquéllas que el trabajador ha obtenido por méritos propios. Es decir: por el simple hecho de realizar su trabajo.

¿Cuáles son las percepciones salariales que aparecen recogidas en la nómina?

  • Salario base o salario que el trabajador obtiene por su trabajo. Viene determinado por el convenio colectivo o por el contrato que el trabajador haya firmado con la empresa (si lo mejora).
  • Complementos. Los complementos que pueden aparecer reflejados en la nómina pueden ser muchos y variados. Suelen aparecer recogidos en el convenio colectivo y, por ejemplo, hacen referencia a aspectos como la antigüedad, la productividad, el empleo y uso de varios idiomas, etc.
  • Horas extraordinarias. Horas desempeñadas por el trabajador fuera del horario laboral y que suelen ser retribuidas a un precio superior al de las horas ordinarias.
  • Gratificaciones extraordinarias. Este concepto aparece recogido en la nómina cuando las dos o tres pagas extraordinarias quedan prorrateadas en las doce pagas recibidas anualmente por el trabajador.
  • Salario en especie. Hablamos de salario en especie cuando, por ejemplo, la empresa paga los tickets de transporte o pone un vehículo a la disposición de su trabajador o paga el alquiler de su casa o entrega al trabajador acciones de la misma compañía. Los salarios en especie deben constar en el convenio o, en su caso, ser pactados de mutuo acuerdo por la empresa y el trabajador.

Percepciones no salariales

Estas percepciones, recogidas en la nómina, hacen referencia a las compensaciones o indemnizaciones que el trabajador recibe por una serie de gastos o molestias que el cumplimiento de su empleo o el acudir a su puesto de trabajo le pudiera ocasionar.

Entre las percepciones no salariales que podemos encontrar en la nómina figuran, entre otras (pueden ser muy variadas), las siguientes:

  • Plus de transporte. En algunas nóminas se recoge este plus que tiene como finalidad compensar los gastos en transporte del trabajador. El plus de transporte puede consistir en una cantidad fija, en una cantidad por quilómetro viajado o en el pago de los tickets de transporte.
  • Plus de distancia. Este plus guarda mucha relación con el anterior y suelen integrarse en aquellos casos en los que el domicilio del trabajador se halla en un municipio diferente al del puesto de trabajo y a una distancia relativamente considerable.
  • Quebranto de moneda. Esta percepción salarial acostumbra a pagarse a quien se hace cargo de la caja de la empresa y cobra de primera mano a sus clientes y cuando se especifica que cualquier desajuste en la caja debe ser cubierto por el trabajador.
  • Indemnizaciones por conceptos tales como traslados del trabajador, despido o, incluso, fallecimiento.

Deducciones

En el documento de la nómina aparecen también reflejados lo que se conoce como deducciones, es decir, esa serie de gastos que, por el mero hecho de trabajar, el trabajador debe sufrir. Los importes de esas deducciones los descuenta la empresa del salario bruto del trabajador.

Las dos deducciones que aparecen reflejadas en la nómina son las referentes a la Seguridad Social y al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

El cálculo de la deducción correspondiente a la Seguridad Social y reflejada en la nómina se obtiene tras aplicar el porcentaje correspondiente a la base de cotización (es decir: a las percepciones salariales con las pagas extraordinarias prorrateadas).

Del mismo modo que debe entregar una parte de su salario a la Seguridad Social, el trabajador debe también destinar una parte de su sueldo al pago del IRPF. Dependerá de si la retención realizada mensualmente ha sido mayor o menor de lo debido que, en el momento de realizar la Declaración de Renta, ésta salga a devolver o a ingresar.

El salario neto será el resultado de restar al salario bruto establecido en los devengos el importe correspondiente a las deducciones.